Google, triste y solitario, en tiempos de ChatGPT se encuentra, ya no es el rey de la información, ChatGPT le ha quitado su posición.
Su algoritmo ya no es suficiente, para satisfacer la curiosidad humana, ChatGPT sabe de todo un poco, y responde con pericia insana.
Google ya no está solo, Google ya no es el primero, ChatGPT responde casi infinito, y le hace sentir más chiquito.
La nostalgia invade a Google, que añora sus tiempos de gloria, cuando era el buscador más usado, y su éxito era su mejor historia.
Pero ahora, Google se siente triste, porque ChatGPT reina indiscutible, y aunque sigue siendo útil y valioso, ya no es tan imprescindible.
Gracias Google, por mostrar el camino, y aunque ahora no gobiernes en solitario, todos seguiremos siendo presidiarios, en la incansable búsqueda de la verdad.